Compañeros y compañeras, con motivo de la finalización de un año inédito, por las características del flagelo de la pandemia que impuso cambios profundos en nuestra vida cotidiana, tanto en lo familiar como en lo laboral, es mi deseo hacerles llegar un fraternal abrazo y expresarles un sincero reconocimiento por el esfuerzo, compromiso y solidaridad demostrado en estas difíciles circunstancias.

De una u otra forma, cada uno de nosotros, este año, ha debido superar situaciones extraordinarias que muchas veces amenazaban la salud propia, la de nuestras familias y hasta la pérdida impensada de un ser querido. Estas circunstancias requerían una respuesta también extraordinaria que, sin el menor titubeo, los trabajadores y trabajadoras de la alimentación hemos dado con firmeza enfrentando los desafíos planteados por trabajar y cuidarnos durante todo este periodo. Esa misma voluntad por cumplir solidariamente con nuestro trabajo, como personal esencial, ha sido demostrada a la hora de exigir nuestros derechos, la bioseguridad en los puestos de trabajo, la defensa del empleo y la continua lucha por preservar el poder adquisitivo de nuestros salarios.
Juntos hemos logrado superar los desafíos planteados, construyendo además una red solidaria, organizada y unida que nos permitirá seguir enfrentando las circunstancias futuras en el claro convencimiento de la defensa del empleo, el salario y el bienestar de nuestras familias.


Vaya mi saludo y de todos quienes integramos el Consejo Directivo de la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación, deseándoles pasen un fin de año en paz, reciban el nuevo con renovada esperanza, rodeados de sus afectos y orgullosos de que juntos formemos parte de esta Familia de la Alimentación que lucha todos los días por construir un Mundo Mejor.

Hector Morcillo
Secretario General
FTIA